Tradicionalmente, el aborígen se metería en lo más profundo de la naturaleza y escucharía intensamente los sonidos de los animales, no solo las voces,sino tambien el aleteo de los pájaros ó las pisadas de las patas en el suelo.El aborígen también escucharía los sonidos del viento,los truenos,los árboles que crujen, y el agua corriendo.Las esencias de todos estos sonidos fueron tocados por los instrumento creados a partir de huesos y materia prima animal.Para el aborígen, la observación de la naturaleza, requiere inmediatamente un estado de empatía,lo cuál conduce a una expresión imitativa
Kolla en la ciudad - Ruben Patagonia